Me gustaría tenerte enfrente, que realmente veas el daño que haces en mi, y ver si realmente seguirías haciéndolo. Cuando todo lo que quiero es estar al lado tuyo y ser feliz con vos, ¿por que tendrías que decir esas cosas y hacerme sentir tan miserable?. Ojalá te tuviera enfrente para que veas otra vez mi cabeza baja en silencio sufriendo.

A veces me despierto y lo primero que se me viene a la mente es tu recuerdo. La forma en la que me abrazabas, la forma en la que me besabas, con tanto amor. La forma en la que extraño tus brazos me hace preguntarme por qué no estoy a tu lado, y la respuesta es miedo. Miedo a tu forma de ser, miedo a dejar todo para encontrarme con discusiones, con vos no importándote nada, porque eso es exactamente lo que parece a mis ojos cada vez que discutimos. Miedo a que abuses de lo mucho que te quiero, como haz hecho en ocasiones. Miedo a no poder ser yo misma, porque querrías controlar hasta mi respiración. Y lo peor? Lo haría todo por vos. Y es eso lo que queres?

¿Lo merecía? Me metí en esto por amor, pero terminé de rodillas rogando que pararas. Esta montaña rusa de cambios repentinos de humor me esta matando. Y vos tenes tu versión y yo tengo mi corazón partido a la mitad.